miércoles, 8 de enero de 2014

Padres estresados crían a niños gordos


En medio de las carreras y agites propios de nuestra sociedad actual una nueva amenaza encontramos.


Imagen tomada de http://www.nutricion.pro/sentirse-bien/alimentacion-para-ninos-con-sobrepeso/

Padres estresados, que viven corriendo, crían a niños gordos

El estrés no deja descansar ni vivir una vida tranquila. Tenerlo implica estar en constante movimiento sin darse tregua para descansar ni disfrutar el paso de los días.
 
El tiempo apremia y lo qué se come, cómo se duerme y cómo se hacen las tareas diarias poco importan. La velocidad, la instantaneidad y el cumplir metas son las prioridades.
 
Y, ¿qué sucede en una familia cuando los padres están estresados? Lo que se supone, pero que nadie había estudiado antes, es decir, que los hijos también se contagian y lo peor, es que se les nota en la talla y peso.
 
“Los niños cuyos padres tienen altos niveles de estrés tienen un índice de masa corporal, o IMC, cerca de 2 por ciento más alto, que aquellos cuyos padres tienen bajos niveles de estrés”, afirmó al The Huffington Post, Ketan Shankardass, que dirigió la investigación realizada en Canadá y que fue publicada en la revista Pediatric Obesity.
 
Agregó que además estos niños aumentaron de peso, un 7 por ciento más rápido, que los otros niños. La explicación que entregaron es que la infancia es un momento donde las personas desarrollan hábitos y que estarían interconectados con cómo se maneja el estrés, la forma en qué se come y qué tan activo se es.
 
“Lo preocupante es que si no se detiene esta interconexión a una edad temprana, el aumento de peso seguirá en aumento y se unirá a los problemas de salud que conlleva esta forma de vivir”, advirtió.
 
Por eso, hace un llamado a los padres con este descubrimiento, para que reflexionen sobre la forma en que están criando a sus hijos en todas las áreas, ya que al no hacerlo e involucrarlos consciente o inconscientemente en su vida estresada, le estarían causando un daño irreversible o un deterioro que es muy difícil de cambiar más adelante.
 
Latinos más gordos
 
La investigación fue realizada por el Hospital St. Michael, de Toronto, y analizó los datos recogidos durante el Estudio de Salud de los Niños en Canadá, una de las investigaciones más grandes y completas sobre los efectos a largo plazo de la contaminación atmosférica sobre la salud respiratoria de los niños.
 
Sobre esos datos, se tomó el IMC de los niños en forma anual y se les entregó a los padres un cuestionario para medir su estrés psicológico.
 
Entre las preguntas del estudio, estaban: cuántas veces en el último mes fueron capaces o incapaces de controlar las cosas importantes en su vida y si las cosas iban a su manera; otra, fue sí acaso sus dificultades se acumulan y tan alto, que siente que no pueden superarlas.
 
La investigación ofreció un dato interesante para los latinos, ya que incorporó la información de estudiantes mexicanos, al ser la mitad de la población estudiada, y se dieron cuenta que los efectos del estrés en su IMC eran mayor que los niños de otras etnias.
 
“Esto fue consistente con otros estudios que han sugerido que los niños hispanos son más propensos a experimentar hypherphasia, que es hambre en exceso o aumento del apetito, y el sedentarismo”, comentó el investigador jefe.
 
Es que les bastó escarbar un poco en los estilos de vidas parentales, para darse cuenta como estos influencian el comportamiento de sus niños frente a la comida.
 
Por eso, la idea del estudio más que acusar a los progenitores busca promover que los papás cambien y establecer canales de apoyo a las familias, para que tengan un suministro fiable de alimentos saludables y que en forma paulatina, vayan mejorando sus condiciones de vida.
 
Pues si bien no está clara la relación entre el estrés y la obesidad, el doctor Shankardass esbozó que es posible que esa conexión exista, pues los padres al estar estresados no tendrían tiempo de cocinar comidas sanas y preferirían, comprar comida preparada o chatarra para ahorrar tiempo.
 
Aparte, indicó que el estrés de los padres es absorbido por los niños por lo que los pequeños comerían más por ansiedad y harían menos ejercicios. “El estrés conduce a cambios biológicos que causan el aumento de peso”, aseguró.

Y ahora, un poco de humor... 

Imagen tomada de
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTJcNZKNPaTqAYh6_q5QRicxJx28jInKjxzXmM8EsURFH3zUoRLIG97oa3b_ttJbVmJk-JnMUmEsdQYwOAYshl76JLaXDuANst9fLYLhx_g8qdKSwhP15B-fIbzmUJt9tw5BubTBT1ZDBR/s1600/20100928151544.jpg

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