Hoy llegamos a las conclusiones sobre el tema que abordamos esta semana...
Conclusiones
- No podemos evitar los celos, sólo ayudar a que sean menos dolorosos y a no fomentarlos.
- Cada niño debe sentir que es especial para sus papás. Los celos disminuirán con el tiempo si el niño ve que tiene un lugar especial en el afecto de los padres, y que los hermanos lejos de ser una amenaza para su seguridad, llegarán a ser compañeros con quienes compartir, a quienes querer y también capaces de darles amor.
- Las relaciones entre los hermanos nos preparan para una adecuada participación en la sociedad: enseñan a respetar los sentimientos de los demás, a compartir, perdonar y confiar. Cuando los celos no son superados en la niñez, florecen cuando somos adultos.
- La clave está en fomentar en el niño una alta autoestima y auto confianza, que le ayuden a ser autosuficiente y le den una seguridad interna, con la cual nunca se sentirá inferior a sus hermanos.
Otra causa importante se produce cuando los niños son más grandes y perciben en los padres ciertos favoritismos hacia algún hermano. Se relacionan mejor con él, hay mayor contacto y en esto influye el carácter que el niño tenga.
Cuando el niño no es visto como una persona con características propias y únicas puede provocar celos en él. Los padres no perciben las diferencias que hay entre los hijos y se refieren a ellos en forma similar y general: ¡niños a acostarse!, ¡niños a comer!
Y, un poco de humor...
Imagen tomada de http://vidadepadres.blogspot.com/2009/03/se-viene-el-hermanito.html |
No hay comentarios:
Publicar un comentario