Hoy publicamos la segunda parte de la entrevista al doctor Eduard Estivill.
"La relación entre padres e hijos, según el doctor Eduard Estivill
Enseñar con el ejemplo es más eficaz que hablar con los niños. ¿Cómo podemos enseñar normas de conducta a los niños en la práctica?
Es evidente que el ejemplo es la mejor manera de que un niño aprenda. El niño se fija de una forma extraordinaria en lo que pasa a su alrededor, es una esponja que va captando todo, desde información visual hasta emocional. Por lo tanto, cuando tú ves unos papás tranquilos que saben explicar bien las cosas, verás un niño tranquilo que sabe hacer bien las cosas, y al revés, si tu ves un niño inquieto, maleducado, no te fijes en el niño, fíjate en los papás que son los que no han sabido, quizás por el desconocimiento o porque no tienen tiempo, enseñar estas normas correctas al niño.
Imagen tomada de www.grippo.com
¿Podemos o debemos ser amigos de nuestros hijos?
Hay muchas mamás, especialmente, cuando una niña llega a la adolescencia, que te dice "yo soy la mejor amiga de mi hija". Esto es un error, no se puede ser amigo de los hijos. El concepto amigo para un adolescente es alguien confidente a quien le puede explicar todo. La mamá debe de seguir el rol de ser mamá, la mamá tiene que haber preparado esta adolescencia, que se prepara desde la infancia, enseñando al niño a comunicarse. Es mejor media hora cenando todos juntos, sin la televisión, hablando y explicando cosas, que no tres horas frente al televisor con una pizza y sin que nadie hable entre ellos. Esta comunicación, si la estimulamos y la hacemos crecer desde que los niños son muy pequeños, cuando llegan a la adolescencia, si tienen un problema, tendrán la capacidad de poder comunicárselo a los padres. Pero los padres no pueden ser amigos de sus hijos, tienen que seguir el rol de padres, y eso significa en la adolescencia ser alguien que está preparado para solventar o ayudar en cualquier problema que tenga el hijo, pero el intríngulis del problema, se lo tiene que contar a un amigo.¿Cómo podemos preparar a nuestros hijos para el día de mañana?
La responsabilidad y la autonomía son básicas para afrontar la vida y se deben enseñar también desde bien pequeñitos. Uno de los mayores errores que cometemos hoy en día en esta situación es conceder demasiadas cosas a los hijos, no les educamos en la frustración. Educar en la frustración significa hacer entender a los niños que se puede perder, que perder no es un problema. Fíjate que los niños siempre tienen la tendencia de ganar, juegan al parchís y quieren ganar, hacen trampas para poder ganar. Hay que enseñar a los niños a perder porque el éxito es una cosa puntual que hemos de tender a conseguir, pero sólo se consigue con muchas frustraciones en medio, con muchas veces que hemos escuchado no, con haber perdido muchas veces. Entonces un niño que está acostumbrado a perder, que sabe que no todo se consigue a la primera, que tiene que hacer un esfuerzo para conseguir alguna cosa, es un niño que está preparado para el día de mañana, porque en la vida va a encontrar estas frustraciones y estos problemas. Si nosotros sobreprotegemos al niño, y éste nunca ha perdido, ha tenido todo lo que quiere, hemos construído un niño muy frágil cuando lo ponemos después en la sociedad. Por esto, educar en la frustración es la mejor manera de aumentar la autoestima del niño."
Y, el toque de humor...
Imagen tomada de www.brunomanzoni.net |
No hay comentarios:
Publicar un comentario