Última parte del texto que ayer abrimos.
Según los psicólogos, esta sencilla frase DETIENE los chismes en el acto
¿Entonces, por qué somos chismosos?
Los psicólogos han estudiado diversos aspectos de los chismes. Han descubierto que la razón principal por la que lo hacemos es para construir lazos sociales con los demás. Los disgustos compartidos entre grupos de personas son unos vínculos humanos más poderosos que los intereses comunes. Cuando la gente participa en chismes, sienten que tienen un sentido compartido del humor y los intereses mutuos. También sienten una cierta emoción cuando se divulga “información confidencial” sobre otros.
Muchas personas que chismean constantemente en realidad se deleitan con las desgracias de los demás. Cuando alguien falla, tiene un momento embarazoso, o está involucrado en un “escándalo”, un chismoso siente placer en el hecho de que otra persona está sufriendo, y no pueden esperar a compartirlo.
Con Internet y los teléfonos móviles, el chisme se ha vuelto mucho más social y emocionalmente perjudicial, especialmente para los adolescentes y los niños en edad escolar. Está aumentando la conciencia acerca de la intimidación indirecta mediante la difusión de rumores o mentiras acerca de otra persona, ya sea a través de medios de comunicación social o en persona. Chismear puede convertirse fácilmente en bulling, lo que puede tener un profundo efecto negativo sobre la salud mental de un adolescente, la salud emocional y el desarrollo social. Los chismes en medios sociales pueden convertirse rápidamente en acoso cibernético en el caso de adolescentes, al enviar comentarios insultantes, historias humillantes, e incluso fotos de desnudos de otros adolescentes.
El chisme está lejos de ser inofensivo. Es importante recordar que cuando se chismea, se está haciendo daño a otra persona, ya sea directa o indirectamente. La próxima vez que alguien intente contarle un chisme, a ver si esta frase puede ayudarle “¿Por qué me cuentas esto?”.
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