martes, 12 de enero de 2016

Hábitos para una buena alimentación en los niños


En muchas familias se presenta como un inconveniente la hora de comer, aquí encontramos un agradable artículo que nos puede ayudar...


Cinco hábitos alimenticios recomendados para niños
 
Imagen tomada de http://blog.seccionamarilla.com.mx/tag/ninos/
La alimentación es fundamental en la etapa de crecimiento. Comer bien, beber agua y hacer deporte son algunos hábitos que los niños deben aprender desde pequeños, para llevar una vida saludable. No hay que esperar a que el niño tenga problemas de salud o sobrepeso para establecer unos buenos hábitos de vida. 
Desde los 3 hasta los 12 años, es la etapa donde los niños tienen importantes avances en el crecimiento físico, en el aprendizaje y en el desarrollo de la personalidad, por lo cual es importante adquirir hábitos alimenticios saludables. 
Para cumplir con ello, los padres tienen un papel esencial en la educación alimentaria, por eso es recomendable fomentar estos hábitos con tiempo y dedicación, y de una forma didáctica y divertida. 
A continuación, algunas recomendaciones para enseñar buenos hábitos alimentarios a los niños.

 Establecer rutinas y hábitos de alimentación  
Crear rutinas sanas de alimentación es una tarea que debe realizarse desde el nacimiento, pues los niños, a su temprana edad, desconocen el orden de las cosas, y por esta razón los adultos deben enseñarles a organizar su vida mediante horarios relacionados a rutinas, es decir, a través de actividades que se hacen de la misma manera diariamente. 
“Las rutinas hacen parte de un principio de organización mental, que habrá de incluirse mediante esquemas que le permitan al niño aprender y entender, que existe un momento y un espacio para cada actividad, ya sea de alimentación, de sueño o de higiene, y que todas tienen un objetivo”, explica la psicóloga clínica, María Martínez. Rutinas para establecer horarios fijos para cada comida y compartir al menos una comida de ellas en familia, son oportunidades para que los padres se conviertan en un modelo de hábitos para su hijo. 
Tenga en cuenta que la adopción de buenos hábitos alimenticios durante la infancia, favorecerá su mantenimiento en la edad adulta de los mismos, contribuyendo a la prevención de futuras enfermedades.  
Invitarlos a probar diferentes alimentos  
La alimentación variada y balanceada, se relaciona con el consumo de alimentos en cantidades adecuadas, de tal manera que garantice el aporte de nutrientes que el cuerpo del niño requiere para respaldar su correcto crecimiento y desarrollo. 
Este equilibrio se refleja en la proporción diaria de carbohidratos, grasas y proteínas. Para ello debe incluir un aporte necesario de nutrientes, según las necesidades propias de la etapa de crecimiento y desarrollo que está viviendo el niño. Así que se debe tener en cuenta la importancia del consumo de alimentos beneficiosos para ellos como lo son los cereales, las frutas y las verduras, y brindárselos en las comidas de forma variada. Al igual que moderar el consumo de carnes y dulces. Según el pediatra Juan Fernando Gómez, la inapetencia de los pequeños es una gran preocupación para los padres. Sin embargo ellos, omiten comidas, son flexibles en lo que les permiten comer y, además, no les presentan variedad de alimentos. Así que es necesario ser consecuente y estricto con este tipo de normas, aunque estas pueden negociarse cuando sea necesario. 
Y aunque los pequeños siempre tienen sus platos favoritos, es importante alentarlos (sin obligarlos) a probar alimentos diferentes. El gusto de los niños es flexible y poco a poco aceptarán los alimentos que al principio no eran de su agrado.  
Promover el consumo de frutas, verduras y agua
Entre los beneficios de estos alimentos se puede destacar, que son sumamente ricos en vitaminas, minerales, agua, fibra natural y antioxidantes, nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. Sin mencionar que su contenido en grasas es muy bajo, de forma que su aporte calórico prácticamente es nulo dentro de una dieta saludable.  
También ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares (entre ellas la diabetes y colesterol alto, que han sufrido un incremento en la población infantil en los últimos años), los trastornos digestivos y algunas enfermedades neurodegenerativas.  
El 70% del cuerpo humano es agua, imprescindible para eliminar toxinas e hidratar todos los órganos. Apostar por el agua como bebida familiar es una opción de salud. La pediatra Olga Lucía Baquero recomienda a los papás incluir cinco porciones de frutas al día como alternativa de postres.  
Pero, ¿cómo hacer para que los niños consuman estos alimentos?, recuerde que los niños aprenden por imitación, por lo que han de practicar con el ejemplo. Si ellos ven que los padres disfrutan consumiendo estos alimentos y les explica sus beneficios e importancia para crecer, desarrollarse, sentirse mejor, etc. haciéndoles partícipes de las tareas de compra y sus preparaciones, puede que sea más fácil que los incluyan en sus comidas sin oponerse. 
 El deporte y la buena alimentación, un equipo saludable  
Una de las recomendaciones más importantes que puede enseñarle a sus niños es a alimentarse bien y mantenerse físicamente activos. Desarrollar estos hábitos los ayudará a ser saludables, tanto ahora como en el futuro, y podrán gozar de buena salud en su vida adulta.  
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que todas las personas, incluidos los niños, deben realizar mínimo 30 minutos diarios de actividad física como caminar, bailar o jugar. Sin embargo, en la mayoría de los hogares esta regla no se cumple, hecho que aumenta el riesgo de que aparezcan enfermedades en el futuro.  
Vista la relación importante entre nutrición, actividad física y salud, es importante facilitar cada una de las partes y que las familias sean conscientes de dicha relación. Hábitos de alimentación saludables combinados con la práctica de ejercicio mantendrán el organismo sano. 

Controle el consumo de golosinas, dulces, gaseosas

Imagen tomada de http://blog.seccionamarilla.com.mx/tag/ninos/

Las golosinas y los dulces son los alimentos favoritos de los niños. Pero el alto consumo de azúcar es muy perjudicial para la salud de los pequeños. Los niños menores de 5 años no deberían consumir demasiados dulces ya que son más propensos a desarrollar patologías asociadas a la ingesta de carbohidratos, que puede provocar problemas de salud como, caries, formación de placa bacteriana, sobrepeso, obesidad o diabetes.
  
Tres recomendaciones para controlar el consumo de dulces en los niños son: 
 - Después de comer alguna golosina se recomienda lavarse los dientes -no dejar pasar más de 30 minutos-, ya que a partir de ese momento se comienzan a reproducir las bacterias que pueden generar problemas bucales.  
- Elegir dulces de poco tamaño para limitar el consumo. No es necesario eliminar los dulces por completo de la dieta infantil, pero sí es importante enseñarles que con pequeñas raciones es suficiente.  
- Convertir a las frutas en el postre habitual, variando las formas de presentación o los platos que las incluyen, con el objetivo de evitar postres azucarados o dulces para terminar una comida.  
Por último, en la infancia se aprende qué comer, cómo y cuándo; y como se mencionó anteriormente, los padres tienen la tarea de enseñar a los hijos a comer adecuadamente. Los hábitos que se transmiten a los pequeños los protegerán de las enfermedades relacionadas con la alimentación en la vida adulta, de ahí la importancia de seguir una buena alimentación desde la infancia.

Y, ahora un poco de humor... 
Imagen tomada de http://www.taringa.net/posts/humor/11181658/Humor-grafico-100-LOL.html


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