jueves, 19 de julio de 2012

Peleas entre hermanos 2

Ayer veíamos qué eran lass peleas entre hermanbos y las posibles causas, hoy abordaremos lo que pueden hacer los padres en estos casos...



Imagen tomada de www.cvclavoz.com





3. ¿Qué deben hacer los padres frente a las peleas entre hermanos?

La actitud de los padres es fundamental para reducir las peleas y que el ambiente familiar y la convivencia sean cordiales y tranquilos. De ellos depende, en gran medida, que la relación entre los hijos sea mejor y más fácil.

Principales actitudes que deben adoptar los padres:

- Cada hijo es diferente. Los padres deben tener en cuenta que cada niño tiene un carácter y una personalidad determinada. La forma de actuar con uno puede que no sea la más indicada para actuar con otro hermano. No obstante, a todos hay que demostrarles cariño y evidenciarles el amor que siente por ellos, tanto con palabras como con hechos.

- Es fundamental tener paciencia y hablarles con calma y sosiego cuando vayan a solucionar el conflicto que dio origen a la pelea. Deben tener en cuenta que ellos imitan la conducta de sus mayores, por lo que no deben observar de sus padres una conducta violenta ni palabras malsonantes o subidas de tono en ningún momento.

- Ignorar las peleas. Los padres no deben intervenir en las peleas, tienen que dejar que ellos aprendan a resolver sus conflictos solos. Además, lo que buscan en muchas ocasiones con las peleas es la atención de los padres. Sí que intervendrán cuando la pelea sea física y, en tal caso, deben dejarle muy claro que no van a permitir que se peguen bajo ninguna circunstancia. Tampoco deben permitir y por ello también deben intervenir cuando se insulten o se hablen con desprecio.

- Incentivar la conversación. Tras una fuerte pelea, es muy importante que los padres tengan la costumbre de conversar con ellos, para que una vez calmados narren lo sucedido y puedan reflexionar sobre lo ocurrido. Es aconsejable acostumbrarlos a exteriorizar sus emociones, así le ayudan a no acumular rencores.

- No comparar. No se puede hacer comparaciones entre los hijos, son contraproducentes y disgregadoras. Afirmaciones como "tu hermano es más trabajador que tú", sólo aumentan la rivalidad entre ellos y la rabia. Hay que reconocerles personalmente a cada uno sus logros y resaltarles sus cualidades, hacer cosas con ellos a solas por separado y conversar mucho. Hay que buscar momentos para estar a solas con cada hijo y darle un trato individual.

- Elogiar las actitudes positivas. Deben felicitarles cuando no se peleen y mostrarles lo contentos que están por ello. Dar importancia a las conductas adecuadas las refuerza y hará que se repitan con más frecuencia. Conocer sus puntos débiles también les ayuda a conocerse mejor y a aprender a manejarlos.



Y, un poco de humor...


Imagen tomada de www.historietas-rimas-infantiles.blogspot.com



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